Mujeres de Fuego reúne a tres veteranas de la danza

Tres veteranas de la danza se juntarán sobre la escena de la Sala Anna Julia Rojas y el Teatro Bolívar para presentar Mujeres de Fuego, dirigidas por Leyson Ponce.

Foto: Jonathan Contreras
Foto: Jonathan Contreras

Mujeres de Fuego, trilogía coreográfica sobre el cuerpo de la sabiduría a través de la obra de Marguerite Yourcenar, Fuegos, es un proyecto que celebra los 20 años de Dramo Dramaturgia del Movimiento y que está motivado por la idea de valorar y recuperar la expresión del cuerpo y su experiencia.

Para ello, Leyson Ponce, director de Dramo y coreógrafo de la obra, seleccionó a tres artistas de la danza cuyas trayectorias son ampliamente reconocidas: Julie Barnsley, Arais Vigil Batlle y Carmen Werner. “Los cuerpos a los que me remito son aquellos que por su madurez contienen lo que la pura fisicalidad reduce y opaca, es decir, una conciencia que es poética de la danza y que intentamos revelar en su estado de sabiduría para danzar así, su transparencia”, manifiesta Ponce.

Mujeres de Fuego son tres intérpretes sabias que danzan esa poética poderosamente diferenciada de lo espectacular porque revierten la mirada a la esencia del gesto. Julie Barnsley originaria de Gran Bretaña y Maestra Honoraria en el ámbito de la danza venezolana interpretará a Clitemnestra. La bailarina cubana/venezolana Arais Vigil Batlle será Antígona y la intérprete y coreógrafa española Carmen Werner danzará María Magdalena. Las tres interpretaciones son parte de una serie de personajes femeninos que ha resignificado Margarita Yourcenar en su obra Fuegos.

La obra será presentada en la Sala Anna Julia Rojas de la Unearte los días jueves 2 y viernes 3 de julio a las 7:00pm y el sábado 4 de julio en doble función a las 5:00 y a las 7:00pm. Adicionalmente, el martes 07 de julio, la obra se presentará en el Teatro Bolívar de Caracas a las 6:00pm.

Quizás pretenda con estas danzas un sobrevuelo al pasado, a una
forma de melancolía por la sabiduría del bailarín que vive su cuerpo y
su desdoblamiento desde una experiencia prerreflexiva que revela como presagio dramático y que vuelve a la danza un constante movimiento en estado de poesía: es, en ese preciso instante, donde deposito la mirada.
Leyson Ponce